Iniciamos otra expedición
por cuarta vez a Torre Salvana. En esta visita pasaron pocas cosas interesantes
pero hubieron dos detalles que hicieron que la expedición acabara siendo un
poco misteriosa y con algún fenómeno paranormal. El día anterior de organizar
la expedición a Torre Salvana, estuve debatiendo con un amigo anécdotas de la
ouija, de Dios y del Demonio. Hay gente escéptica que necesita ver para creer.
Es lo más normal del mundo. Para creer en algo, la mayoría de la gente necesita
pruebas directas. Si yo creo en fenómenos paranormales es porque lo he vivido
desde joven y me han pasado cosas. Si creo en el Demonio es porque he tenido,
desgraciadamente, algún choque con alguno.
Estuvimos debatiendo
de ir a Jafra y si realmente hay une fuerza demoníaca en Jafra pues sería
cuestión de provocarla y que diera señales para que mi amigo crea en el
demonio. En el caso de Jafra teóricamente es Belcebú.
Debatimos también la
posibilidad de hacer lo mismo en Torre Salvana ya que, según algún blog en
internet, hay un demonio llamado Baal. Mi amigo no puede llegar a entender que
haya demonios por todas partes y en cada sitio que vayamos a explorar. Yo
tampoco lo creo porque sería demasiada casualidad. La fuerza de un demonio es
bastante fuerte y se nota. En Torre salvana, de las tres veces que he ido, solo
en 2 ocasiones pude notar sensaciones de pánico por silencio y notar que no era
bienvenido pero no era sensación de que habite un demonio en Torre Salvana.
En resumen,
decidimos ir a Torre Salvana ya que lo tenemos más cerca y nos llevamos una
ouija a ver si podíamos comunicarnos con algo.
Llegamos sobre las 8
de la tarde cuando ya era de noche y decidimos hacer una ouija dentro del
castillo. No salió nada. Estuvimos casi una hora para intentar hacer una ouija
y el vaso no se movía. Al ver que no se movía una amiga le iba preguntando al
péndulo si había alguna energía con nosotros y respondió que sí. La energía que
estaba ahí le daba miedo hablar a través de la ouija y decidí que nos diera
alguna señal haciendo un ruido, un murmuro o cualquier cosa. Hizo un ruido que
parecía que se moviera una cadena de estas gruesas de la edad medieval. El
ruido se produjo a pocos metros de nosotros y ahí no había nada más que
piedras, y vegetación. Le dije que lo hiciera varias veces y lo hacía. Cuando
le decía que parara, paraba. Cuando decía que volviera a hacer el ruido, lo
hacía. Lo vimos como una señal de que había un ente con nosotros. Luego
decidimos ir dentro de la torre. Oíamos pasos a nuestro lado y nosotros estábamos
quietos. Decidí decir que si había alguien en la torre que nos diera una señal
haciendo un ruido o algo. Mi amigo tenía un zippo encendido para iluminarnos y
no hacía viento. Tenía el zippo apartado de su cuerpo y la llama se movía como
si alguien soplara de arriba abajo para apagar la llama. Al cabo de escasos
segundos se apagó. Luego pregunté al supuesto ente que si había sido él quien
había apagado la llama que lo volviera a hacer. Lo hizo varias veces y en un
momento le dije al ente que no la apagara y la vela volvió a estar recta sin moverse. Para acabar le dije que apagara la llama y lo hizo. Le di las gracias
y salimos de la torre.
Decidimos dar por
acabada la expedición ya que salimos con alguna prueba paranormal. No sé si va
a ser la última expedición a Torre salvana, pero me temo que hasta que no logre
hablar a través de la ouija para que me den información de que paso en el
castillo, volveré.
Hace casi un año fue
mi última expedición a Jafra pero tarde o temprano volveré cuando me sienta
fuerte mentalmente y voy a ir con gente muy seria y preparada para poder hacer
varias sesiones de ouijas e intentar que nos den la máxima información de lo
que habita ahora en Jafra.
PRÓXIMA NOTICIA: Mi interés por la fantasma del Garraf
No hay comentarios:
Publicar un comentario