JAFRA: Parte 2/4

Esta vez decidimos ir a Jafra a lo grande. Fuimos 14 personas en tres coches.

Quedamos en un punto de Barcelona las 14 personas a las 00:00 de la noche con los coches. Llegamos todos menos un coche que el conductor se retrasó hasta la una de la madrugada. Mientras esperamos al amigo vi a Lara que no quería ir porque estuvo todo el día diciendo de no ir porque tenía la sensación de que algo malo iba a pasar. Le dije que se tranquilizara. Llego el amigo con el coche y decidimos partir hacia Jafra. Cogimos las curvas del Garraf. En mi coche iban 2 personas sensitivas que pueden ver a las energías. Durante el camino habían como impedimentos porque tardamos una hora en salir de Barcelona, fuimos por la autopista y el camino se hacía bastante más largo, empezó a llover fuerte hasta que llegamos a las curvas. Entonces paró. La gente empezaba a estar nerviosa y paramos los coches para ver que hacíamos. Me preguntaron qué hacer y les respondí de seguir. Seguimos y en las curvas nos patinan suavemente los 3 coches. Decidimos bajar la velocidad por seguridad. Uno de los que iba en mi coche que es sensitivo, estuvo con los ojos cerrados durante todo el trayecto de las curvas. Luego llegamos ya al camino de tierra que lleva a Jafra. De repente mi amigo sensitivo (Pedro), dice que estamos todos protegidos y le pregunté: ¿Por qué? y no quiso contestarme. Una vez llegamos a Jafra la gente estaba muy asustada y nerviosa. Otra de las chicas sensitivas que los ve (marina), me dijo que estábamos rodeados. No eran malas energías las que estaban fuera del recinto. Las malas energías suelen estar dentro. Donde está el parking suelen aparecer las buenas vibraciones pero no siempre. Luego me viene uno de los conductores del otro coche y me dijo que en el camino de tierra se le giró el coche y tuvieron que parar un momento porque se asustaron. Es como si alguien les hubiera girado el coche impidiendo seguir hacia Jafra. Luego Lara que iba en el otro coche me dijo que en el camino de tierra notaba la sensación como si nos acompañara alguien y le pareció ver al espectro de una niña. Les dijo a los del coche que subieran las ventanas y que sobretodo no miraran a la ventana. Seguidamente nos adentramos poco a poco todos al pueblo. Tres personas fuimos delante de la iglesia y un amigo se empezó a encontrar mal y sentía mucha presión en el pecho y mareo. A los pocos segundos me dijo que no podía respirar y que se mareaba. De repente tuve que cogerlo porque se caía al suelo y lo aguanté. Tenía la mirada perdida y hacía mucho frío a su alrededor y tuve que llevarlo rápidamente a Lara porque me di cuenta de lo que le había pasado. Lara al verlo rápidamente le hizo reiki para sacarle la mala energía que tenía dentro. Algo le había entrado dentro y decidimos llevarlo a un coche y hacerle ahí el reiki. Lara notó como si a ella le subiera algo por los brazos pero mentalmente se negó a la cosa que quisiera entrarle dentro. Este chico estuvo 50 minutos “poseído” por alguna energía maligna. Cuando volvió en si, Lara vio una cosa que salía del chico. Era como un señor alto de unos 2 metros, con una capa negra y poco a poco se fue adentrándo al pueblo. Mientras el chico estuvo con esta cosa dentro suyo, dijo unas palabras en Latín y el no se acuerda de nada. Fue algo muy curioso y peligroso pero logramos entre la ayuda de todos y sobretodo de Lara sacarle la mala energía de su cuerpo. Entonces ya nos quedamos en el parking hablando de lo sucedido y haciendo fotos. De repente algo me hizo mirar hacia un lado y vi una cosa blanca borrosa lejos. Le comenté a un chico que tenía a mi lado y también lo vio. Se acercaba a gran velocidad lo que vimos y al chico le cogió un ataque que parecía de ansiedad y Lara tuvo que hacerle reiki para calmarlo. Entonces algo me hizo mirar a la casa poltergueist y no la veía. Pregunté: ¿Dónde está la casa? No la veo. Y seguidamente cuando todos miramos a la casa, vimos una sombra muy grande que tapaba la casa y se acercaba hacia nosotros. Decidimos marcharnos lo más deprisa posible porque no nos gustaba nada de nada lo que estábamos viendo. Fue llegar a Barcelona y nadie quería irse a casa. Fue bastante impactante lo sucedido esa noche en Jafra y nos esperamos todos hasta que empezara a salir la luz del sol. A Pedro, que iba en mi coche, le pregunté el por qué estábamos protegidos y me contó que cuando íbamos a Jafra, en las curvas notó como si una niña lo guiara y lo ayudara. El mentalmente pensó en Jafra y ella le dijo que íbamos a un sitio muy peligroso que no deberíamos ir. Él no sabía nada de esta niña y le conté la leyenda de la niña. Le dije que se llamaba Melinda y que se dedicaba a aparecer y guiarte por el buen camino. En resumen, todo lo que dice la leyenda. Ahí se puso a llorar porque no podía creerse lo que había vivido. Entonces decidimos calmarnos todos hasta que saliera la luz del sol e irnos a casa.