Melinda siempre me transmitía un comportamiento positivo y nunca dudaba de la fantasma del Garraf. Después de intentar ayudar a subirla a la luz quisimos hacer ouijas y contactar con ella a ver si había ido a la luz y que tal estaba. Durante el mes de Julio hicimos ouijas con ella y decía que venía de la luz pero algo no me cuadraba. Yo seguí pensando que era positiva porque no transmitía negatividad. Un día de de Julio hicimos una ouija para hablar con ella y apareció y ese día estaba presente Lara la vio con el cabello castaño claro y con el vestido blanco, limpio y brillante. De repente Melinda desapareció y en la ouija se intercalaban otros entes. Volvía a aparecer ella y seguían intercalándose otros entes y ella no estaba cómoda y se iba o tenía miedo de algo. Entonces le dije a Lara y a mi amigo que llamáramos a Melinda diciendo su nombre 3 veces. No me acordé en ese momento que nunca se tiene que decir el nombre de un espíritu que se quiera invocar 3 veces porque es el número del Demonio. En ese momento, después de corear su nombre 3 veces, Lara miró detrás de mi con sus ojos desorbitados como si viera algo espeluznante. Le pregunté si estaba bien y me dijo que no pasaba nada. Empezamos la ouija con Melinda pero veía a la fantasma diferente y la cosa fue diferente y decidimos cortar la ouija rápido y cerramos sesión rápido. Lara estaba asustada todo el rato e incómoda. Ese día no dijo nada pero el día siguiente me dijo lo que vio en mi casa y se me cayó el mundo entero. Al llamar a Melinda 3 veces, Lara vio a una niña a nuestro lado con la cara de la niña del exorcista o parecido, con rasguños en la cara, ojos negros, risa diabólica y la oía cantar y luego reírse. Pensamos que esa niña era un Pontianak pero después de un año y medio me he dado cuenta que es la mismísima niña del Garraf.
PRÓXIMA NOTICIA: El engaño perfecto de la niña de la curva.
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