Después de que teóricamente Melinda estuviera a la luz, decidí ir por mi cuenta a las costas del Garraf con el coche, aparcar y estar un rato en unas rocas. Fuí el día siguiente de que ayudáramos a Melinda a subir a la luz.
Llegué sobre las 12 del mediodía me puse receptivo y decidí llamar al padre de Melinda a ver si me podría escuchar. Lo llamé durante varios minutos y noté una presencia a mi alrededor. Entonces empezé a hablar y le dije: "Si eres el padre de Melinda me gustaría decirte unas cuantas cosas. Si tu fuiste el que se enfadó ayer cuando decidimos ayudar a tu hija a irse de aqui podría entenderlo pero si quieres hacerle daño como dice la leyenda pues lo siento pero ella ahora está en un lugar que se respira mucha tranquilidad. La leyenda dice que eres un hombre malo y que tu hija te tiene miedo, pero yo tengo la esperanza de que tu tienes una parte positiva como ella y yo quiero intentar ayudarte. Te doy mi palabra que voy a volver para ayudarte porque en el fondo tengo esa sensación de que eres buena persona. Si de verdad eres tan malo tírame por las rocas pero no creo que lo hagas porque tienes una parte positiva y no eres tan malo como dice la leyenda. Gracias por escucharme. Hasta la próxima."
Estas mismas palabras fueron las que hicieron que el padre de Melinda viera que no hice daño a su hija! Él no es realmente maligno ni se volvió loco, simplemente estaba con ella y al irse Melinda y quedarse su padre hizo que se enfadara por quedarse sin su hija.
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